Con el "lockout" de la NBA, algunos jugadores han decidido cruzar el charco para jugar en ligas europeas. A la espera de una solución, muchos jugadores han querido asegurarse un equipo para poder jugar la próxima temporada, si no se soluciona el problema. La mayor parte de los contratos especifica que el jugador ficha "hasta que se termine el lockout". Hasta ahora, 62 jugadores han firmado con equipos de 18 países diferentes. China aplica una norma que impide volver cuando se solucione el cierre patronal. Las elevadas primas de los seguros dificultan operaciones de más peso
Por ahora ninguna "estrella" se ha atrevido a salir de sus equipos, algunos de estos jugadores son:
Mehmet Okur, con contrato NBA en vigor con Utah Jazz, ficha por el Turk Telekom de Ankara (Turquía), con cláusula de salida NBA
Wilson Chandler, cuyos derechos NBA pertenecen a Denver Nuggets, firma contrato de un año, sin cláusula de salida NBA, con Zhejiang Guangsha (China).
El base Jordan Farmar, que jugó en Los Ángeles Lakers hasta hace bien poco, con contrato en vigor con New Jersey Nets en suspenso por el lockout, firma contrato con el Maccabi Tel Aviv (Israel) con cláusula de salida NBA.
Nuestro compatriota, jugador insignia de nuestra selección nacional, Rudy Fernández, con contrato NBA en vigor con Dallas Mavericks, firma contrato de 4 años con el Real Madrid (España), con cláusula de salida NBA y derechos sobre el jugador en Europa.
Por último, me gustaría hacer referencia a la noticia más impactante y que, en mi opinión, va a desatar más polémica. Es el posible fichaje de la superestrella de la NBA, Kobe Bryant (Lakers), por un equipo Italiano, el Virtus de Bolonia. La polémica surge en el momento en el que se conocen las condiciones del contrato, fichar a Kobe Bryant por 2,4 millones de euros y apenas 35 días. Ya ha sido catalogado de chaquetero y vendido por la prensa americana. Según las últimas noticias el fichaje de Kobe por el equipo italiano se puede complicar, en el caso de que la LEGA no cambie el calendario para adaptarlo a las necesidades del equipo.
Para concluir, el lockout sigue sin solución. Jugadores avariciosos y patronales en quiebra.
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